miércoles, 23 de agosto de 2017

September Song (Kurt W.)





Kurt cambia de nombre cuando el topo acecha,
tiene un camaleón que come pomelo.


Kurt escribe la música que anida en su cabeza aristotélica.
Kurt se lava los pies y baja el periscopio,
chirría la luna y Kurt añade extrañas notas.


Kurt fábrica extraños instrumentos
con huesos de animales ya extinguidos
y trafica con canciones en un mercado alienígena.


Kurt se expande y se encierra, Kurt posee
siete discos de pizarra girando en un giroscopio
con tres moscas ensartadas en sus agujas de música.


Kurt escribe del revés y comienza por el fin,
Kurt no estuvo en Alabama, o sí?


Kurt anota law y dice low,
Kurt escribe sons y Lotte canta songs.


Kurt dirigió la orquesta nupcial en la boda de Alicia.
Kurt se siente raro en esta parte del mundo.


Kurt alza el telón y los conejos danzan,
el público aplaude con los pies más sucios
y un banjo se rompe en el patio de butacas.


Kurt pasea las calles mojadas de un Berlín que ya no existe,
mira a un lado y ve una fila
de hombres que avanzan, las manos en el aire
y un grito en la solapa:
Lorca ist unser Prinz.


Kurt abona los geranios cada noche
en la planta 237
de la Torre de la Canción.


Kurt se asoma a la laguna y un buzo
tuerto le hace señales de humo.
Explica a los peces la diferencia
entre acor deón y bando neón.


Su última canción, la de Kurt, será inacabada.


Kurt nació inmortal y morirá a los 50
con todos los dientes estables.
Nunca escuchará cantar a Mary Margaret O'Hara.


Kurt ha vuelto a la ciudad, al lugar del suceso.
Sentémonos. La platea está vacía
y hay dos gatos camuflados en el cuadro.





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