sábado, 28 de octubre de 2017

Languedoc



El violín de piel de cordero
dos hermanas sobre los soportales
vestidas de azulón
extraen punta de los vellos
dos hermanos rubios
les pasan las páginas
de las partituras
la música es un silencio de domingo
que sobrevuela el tapete
que enmarcan los plataneros.

El sueño resulta marginal
y casi irrelevante
si las salinas disponen
su vestido rosa y no importa
la ausencia de flamencos
o el olor empírico de las algas
descomponiendo su esencia.

Ejercemos la paradoja
le quitamos al amor lo que nos debe
como si fuéramos los últimos
habitantes de la región.

Gravita el cansancio
acecha su ceño
sobre estos ojos de ceniza
la luna será verde
detrás de la torre más alta
y bailaremos
durante unos segundos
para que nada sea lo mismo
a partir de este poema.



No hay comentarios: