miércoles, 15 de noviembre de 2017

Agosto





Tal día como hoy los cocodrilos esperaban a los ñus
agazapados en cualquier río africano
mientras un yo somnoliento y patético
abría los ojos frente a un documental de la 2.

Tal día como éste el mundo se llenó de cenizas
y otro niño moría de hambre en una aldea del sur.
Martilleaba el sol las sienes de los olvidados
la tormenta dibujaba sus trazos tras el umbral del dolor.

Una mujer recién asesinada recogía el ticket 38
en la máquina expendedora de la oficina de recaudación
flores encendidas eran sus pechos quemando los ojos
en la espera salada de sus contemporáneos.

Frente al mar los espejos devolvían las miradas
la tierra dando vueltas alejándose
al fondo los días largos de la vida
negando su cantidad ilimitada.

Era un agosto más claro y comprensible
entre ruinas las trincheras exhibían su verdor acalorado
las estaciones pautaban la altura de las cosas
como relojes de sol en las plazas de los pueblos.

En un día como tantos y como éste
en el que yo era el proyecto de lo que nunca seré
cuando las huestes del dinero repartían beneficios
y capitalismo aun no era un poema de Ana Pérez Cañamares





No hay comentarios: